Qué comen los astronautas | Tecnología espacial de alimentos
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Qué comen los astronautas | Tecnología espacial de alimentos

¿Alguna vez te has preguntado cómo sería viajar al espacio? ¿Aventurarte en lo desconocido, contemplando el planeta azul que llamamos hogar? Sin embargo, la emoción inicial de la exploración espacial quizá se vea obstaculizada por la vida cotidiana en el espacio como: estar con las mismas personas durante meses, no poder dejar un espacio relativamente pequeño o tener que planificar todas las comidas con antelación.

Muchos astronautas han dicho que la comida y la hora de la comida son la conexión más grande que sienten con el hogar, lo que afecta en gran proporción a su felicidad y bienestar. Entonces, a medida que se planifican estancias espaciales más largas, obtener la comida correcta es una parte crucial de la operación.1

¿QUÉ COMÍAN ANTES LOS ASTRONAUTAS EN EL ESPACIO?

En los primeros viajes espaciales, como era de esperar, la comida se basaba en lo que el ejército había desarrollado para situaciones de supervivencia. Esto incluía, por ejemplo, alimentos en puré envasados ​​en tubos de aluminio que se chupaban con una pajita (mmm ...). En el Proyecto Mercurio de la NASA en 1962, se comían sopas frías con sabor a carne, vegetales u hongos.2 Unos años más tarde, durante el Proyecto Gemini, los astronautas comían alimentos liofilizados que se rehidrataban con agua fría mediante un instrumento especializado.

Por muy poco apetecible que parezca, los alimentos se crearon de esta forma para que no flotaran. En el entorno de la microgravedad de una nave espacial, incluso la menor cantidad de comida o líquido puede interferir con los instrumentos existentes.

Cuando tuvo lugar la misión Apolo a la luna en 1968, la comida espacial adquirió un aspecto más familiar. Se inventaron los “spoon bowl”, unos envases de plástico con cierre zip que contenían alimentos deshidratados, los cuales permitían comer de una forma más real. Los astronautas le inyectaban al paquete una pequeña cantidad de agua caliente, lo descomprimían y lo comían con una cuchara. La humedad de la comida hacía que ésta se pegara a la cuchara en vez de flotar. Durante la misión Apolo los científicos emplearon una tecnología alimentaria que permitía que los alimentos mantuviesen su humedad, por lo que podían meter en el menú pudín de chocolate, beicon, o copos de maíz sin ningún trabajo adicional de preparación.3

La misión Skylab de 1970 incluía refrigeradores que contenían una selección de 72 alimentos diferentes, y el plato favorito de los astronautas era (por supuesto) el helado. Las comidas se podían calentar en bandejas calentadoras. En aquella expedición, el equipo de astronautas, compuesto por  tres miembros, consideró la comida como una ocasión social, con un espacio definido como comedor dentro de la propia nave.3

Dato curioso: No solo la comida estadounidense llegó al espacio. En el programa Shuttle-Mir de la NASA en la década de 1990, la tripulación tenía la opción de elegir comida rusa o estadounidense, lo cual los astronautas parecían disfrutar ya que, como comentó el astronauta Andy Thomas, 'las sopas rusas eran simplemente excepcionales'.4

¿QUÉ COMEN LOS ASTRONAUTAS HOY EN DÍA?

Hoy en día, la comida espacial está planificada a conciencia. La comida llevada al espacio debe ser ligera, compacta, nutritiva y, por supuesto, sabrosa. Cinco meses antes de una misión espacial, los astronautas visitan el Laboratorio de Sistemas de Alimentos Espaciales y eligen su menú de una selección, donde clasifican sus alimentos favoritos teniendo en cuenta su apariencia, color, olor, sabor y textura. Además de los requisitos nutricionales normales, hay una serie de factores que actúan en el cuerpo mientras se está en el espacio, lo que significa que la dieta debe estar muy complementada, incluso más que en la Tierra.

Un buen ejemplo de la tecnología moderna de alimentos espaciales lo encontramos a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI), donde los astronautas de todo el mundo viven durante 6 meses. De los 300 alimentos disponibles para elegir, la mayoría son platos estadounidenses o rusos, con algo de comida japonesa, europea y canadiense.

Al desarrollar alimentos espaciales, existen una serie de factores limitantes que se deben tener en cuenta. Además del entorno de microgravedad, otros problemas importantes son: poder almacenar suficiente comida para seis astronautas y tener un espacio para recoger la comida y los desechos de los envases. El transbordador espacial visita la Estación Espacial Internacional aproximadamente una vez al mes y solo puede llevarse una cantidad limitada de basura.

Dato curioso: La Estación Espacial Internacional (EEI) también tiene un sistema de reserva de comida para emergencias. Contiene una reserva de alimentos que mantendrían a la tripulación durante 22 días, proporcionando 2 000 calorías diarias por astronauta. 

Si fueras al espacio, ¿cuál de estos alimentos te gustaría probar? ¿Qué alimento de la Tierra extrañarías más? Deja tus comentarios a continuación.

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