¿Son los “Alimentos naturales” mejores para nosotros? | Opinión
Primero la Tierra

¿Son los “Alimentos naturales” mejores para nosotros? | Opinión

Si echamos un vistazo rápido a los estantes de los supermercados verá una amplia gama de alimentos etiquetados como "naturales". Nosotros, como consumidores, tendemos a preferir dichos "alimentos naturales" y percibimos que son más saludables que sus contrapartes artificiales y, sin embargo, no hay un consenso en cuanto a lo que realmente constituye que un alimento sea “natural”. Entonces, ¿Por qué perdura esta percepción? ¿Qué perciben los consumidores como natural? ¿Son los alimentos "naturales" realmente mejores para nosotros?

TENDENCIA A LO NATURAL

Según una encuesta realizada por el Consejo Internacional de Información Alimentaria en 2019, más de un tercio de los consumidores se dejarían influir en su decisión de compra si estuviera etiquetado como 'alimento natural’, y el 70% de losencuestados admitió que consideraba a los 'alimentos naturales' como los productos alimenticios más saludables. En contraste, solo alrededor del 20% tendría más probabilidades de comprar un producto etiquetado como “sin OMG” y menos del 20%, compraría un producto con la etiqueta de orgánico, dos términos que en realidad están bien definidos y regulados. Además de esta preferencia por los alimentos identificados como 'naturales' existe una creciente desconfianza hacia todo lo que se considere 'artificial' o 'sintético'. En 2016, una encuesta reveló que al 75% de los consumidores les preocupa el impacto que los ingredientes artificiales podrían tener en su salud.1, 2, 3

Si bien está claro por qué los minoristas de alimentos podrían estar aprovechando esta tendencia, ¿quién no utilizaría una frase que tenga la capacidad de aumentar las ventas en más del 30%? Entender cómo los consumidores llegaron a mostrar tal preferencia está menos claro. ¿De dónde viene este llamado 'halo de salud' y, tiene sus raíces en la realidad o en la ficción?

¿ES LA 'ALIMENTACIÓN NATURAL' REALMENTE MEJOR PARA NOSOTROS?

La noción de que lo natural es más saludable o mejor para nosotros es casi omnipresente en todos los campos: piense en cuánto se usa el término 'natural' en la industria de la moda cuando se refiere a las telas, en la industria de la belleza al describir jabones y cremas, o en la industria farmacéutica refiriéndose a medicamentos que supuestamente tienen menos efectos secundarios o problemas de seguridad. Los investigadores creen que esto se deriva de la creencia subyacente de que la naturaleza es pura e inherentemente superior a cualquier cosa 'artificial' o 'sintética' creada por los humanos.4

Incluso cuando se consideran ingredientes similares, las personas a menudo consideran que los alimentos que han sido edulcorados de forma natural o cuyos saborizantes derivan de una fuente natural, son la versión más saludable de un capricho que de otro modo no lo sería. Ya sea calabaza endulzada con zumo de frutas o un pastel con jarabe de arce en lugar de azúcar de caña, ¿pero pueden nuestros cuerpos notar la diferencia realmente?

Sin embargo, hay muchos productos que se obtienen en la naturaleza y no son saludables. De hecho, hay muchas cosas en la naturaleza que son francamente venenosas. El amianto, por ejemplo, conocido por causar una forma poco común de cáncer de pulmón, es un grupo de fibras minerales largas y delgadas que se originan en las rocas. O el veneno de serpiente, un compuesto 'natural' muy venenoso. El arsénico, la radiación ionizante, el mercurio o el ántrax; la lista continua. Incluso si nos alejamos de estos asesinos más poderosos y miramos algunos de nuestros alimentos favoritos, muchos tienen la capacidad de matar si se comen de manera incorrecta o en la cantidad incorrecta.4, 5

En resumen, depende de lo que entiendas por más saludable. Si bien la forma ligeramente menos procesada puede contener algunos micronutrientes más que los equivalentes artificiales, cuando se trata de macronutrientes, asumiendo que estás mirando el componente de azúcar de forma aislada, el azúcar sigue siendo azúcar. Natural o no, se descompondrá en glucosa y se liberará al torrente sanguíneo. Por lo tanto, si consideras que 'más saludable' significa menos calorías, es muy probable que te sientas decepcionado.6

De manera similar, más de dos tercios de la población piensa que las formas naturales de cafeína tendrán un efecto diferente en el cuerpo que su contrapartida sintética. Encontrada en casi 60 plantas diferentes, existen numerosas fuentes naturales de cafeína, pero la forma sintética, que normalmente se usa en alimentos, bebidas y medicamentos, es prácticamente imposible de distinguir, química y fisiológicamente, de las formas naturales de cafeína. A pesar de ser producida en un laboratorio, la forma sintética tiene una estructura idéntica a la que se encuentra en la naturaleza y los estudios realizados desde la década de 1950 han encontrado que los efectos en el cuerpo no son diferentes a los de la cafeína natural. De nuevo, si comiera o bebiera la cafeína junto con otros componentes de la planta de la que se deriva, podría obtener algunos nutrientes adicionales, pero al observar el componente de cafeína de forma aislada, para su cuerpo, solo es cafeína.

LOS ALIMENTOS 'ARTIFICIALES' PUEDEN SER BENEFICIOSOS

Si la gente opta por gastar dinero en un azúcar que consideran 'superior”, en realidad a mí no es algo que me preocupe demasiado, los únicos que van a sufrir son sus bolsillos.  Lo que quizás sea más preocupante acerca de este alejamiento de cualquier cosa modificada por el hombre, es la amplia gama de alimentos 'artificiales' que no solo pueden ser sustituidos por su forma 'natural' no adulterada, sino que en realidad pueden ser más beneficiosos. Aquí hay 4 alimentos o ingredientes 'artificiales' que ayudan más del daño que puedan provocar:

1. CONSERVANTES ARTIFICIALES

Puede que no se encuentren dentro de los alimentos que obtenemos directamente de la tierra, pero ayudan a evitar que los alimentos se estropeen antes de que se puedan comprar o usar. Esto no solo reduce el desperdicio de alimentos, una carga importante para nuestro planeta, sino que también garantiza que nuestros alimentos sean seguros cuando los vamos a comer y conserven su valor nutricional durante más tiempo de lo que durarían sin dichos aditivos. Más allá de esto, ciertos conservantes pueden incluso mejorar el perfil nutricional: el ácido ascórbico, por ejemplo, es un antioxidante y antimicrobiano que se añade a una amplia variedad de alimentos para extender su vida útil. Si bien la mayoría reconocerá el nombre en el envase del producto y tal vez lo perciban como un aditivo dañino, es posible que muchos no se den cuenta de que el ácido ascórbico también se conoce como vitamina C. Ya sea de forma natural en los alimentos, sea de origen vegetal, se incorpore durante la fabricación, o se produzca sintéticamente, el impacto que tiene tanto en los alimentos como en el cuerpo sigue siendo el mismo.8

2. LOS ALIMENTOS FORTIFICADOS Y FUNCIONALES

Ya sea a través de la adición de calcio al zumo de naranja, enriquecer el pan con ácido fólico o añadir hierro a los cereales, ciertos micronutrientes y minerales se agregan a los alimentos básicos con la única intención de reforzar nuestras dietas, ya que son deficientes con demasiada frecuencia. La fortificación ha tenido lugar durante décadas, pero un fenómeno más moderno es el desarrollo de los 'alimentos funcionales'; alimentos que proporcionan beneficios para la salud más allá de su función nutricional tradicional. Esto incluye, por ejemplo, los probióticos, sobre los cuales existe una gran evidencia que demuestra su capacidad para normalizar la microbiota intestinal y actuar como profilácticos y / o terapéuticos para una variedad de condiciones que incluyen la diarrea, el SII y una mejora de la intolerancia a la lactosa. Tanto los alimentos fortificados como los funcionales tienen la capacidad de proporcionar a nuestro cuerpo nutrientes y beneficios que no se darían si comiéramos el alimento equivalente en su forma no adulterada. 9

3. LA CARNE CULTIVADA

Si te dijera que habíamos encontrado una manera de producir suficientes proteínas para alimentar a una población en constante crecimiento, a la vez que limitamos el impacto que nuestras dietas tienen en el sufrimiento de los animales y el planeta, y que al mismo tiempo permite comer carne con regularidad, seguramente te sumarías a la causa.  Sin embargo, cuando se plantea el concepto de carne cultivada en un laboratorio, que, en el futuro, promete proporcionar precisamente eso, la mayoría de la población responde con nada menos que con náuseas. Muchos dirían que esto es casi el ejemplo perfecto de lo 'antinatural', lo cual es difícil de discutir, pero se podría preguntar qué es exactamente lo natural en las prácticas actuales de producción de carne. Dejando a un lado el bienestar animal, desafío a cualquiera a considerar las numerosas técnicas de conservación química y física a las que se someten la mayoría de los productos cárnicos, antes de que puedan considerarse 'seguros para consumir' como naturales.

Esto no quiere decir que estos conservantes no sean positivos: gracias a la pasteurización no debemos preocuparnos por contraer tuberculosis a partir de la leche y gracias a los nitritos probablemente no hayas sufrido intoxicación botulínica después de comer una salchicha. En cambio, lo que quiero es resaltar que quizás lo que consideramos 'natural', no siempre es lo que parece y que lo que se llama 'natural' no es necesariamente lo mejor.

4. LAS ALTERNATIVAS A LA CARNE DE ORIGEN VEGETAL

De la misma manera que muchos omnívoros sienten aversión por la carne cultivada en laboratorio, muchos argumentan en contra de las alternativas a la carne debido a la naturaleza sintética de tales alimentos. Irónicamente, la idea de comer tofu o seitán puede provocar escalofríos en la columna vertebral de un carnívoro y, sin embargo, muchos consumen estos dos alimentos en formatos ligeramente diferentes y con un nombre diferente, sin pestañear. El tofu se elabora con semillas de soja, también conocidas como edamame, mientras que el seitán se elabora con proteína de trigo, que también se encuentra en el pan.

Sin embargo, lo que es más importante, en lo que respecta a la salud, tanto las alternativas a la carne como las nuevas tecnologías de cultivo de carne, brindan una oportunidad para mejorar el impacto que la comida tiene en nuestra salud. De una manera que no es posible con la industria cárnica, ambos permitirían una manipulación del perfil de macro y micronutrientes, dando como resultado una fuente de proteína que no solo es mejor para la salud de los animales y el planeta, sino que también se adaptada mejor a nuestras necesidades nutricionales.

QUE UN ALIMENTO SEA NATURAL NO SIGNIFICA QUE SEA SALUDABLE

Esto no quiere decir que todos los alimentos procesados, artificiales o sintéticos sean la opción superior, o que no puedan ser algo menos nutritivos que su contraparte 'natural', sino que 'natural' no debe considerarse sinónimo de 'saludable' y 'artificial' o 'sintético' no debería ser sinónimo de 'no me comas'. Quizás debamos simplemente quitar los alimentos 'naturales' del pedestal en el que se encuentran actualmente y aceptar que, en ocasiones, el equivalente artificial podría ser tan bueno para nosotros, o incluso mejor.

¿Qué opinas de los alimentos 'naturales' frente a los 'artificiales'? Deja tus comentarios a continuación.

Ilustración de: Andrea Van Den Berg

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