Los impactos medioambientales de la agricultura de invernadero en Almería, España
Primero la Tierra

Los impactos medioambientales de la agricultura de invernadero en Almería, España

Si miramos una imagen de España obtenida por satélite, podremos ver un punto blanco en el sureste de la península: a menudo se le llama el "Huerto de Europa". Los invernaderos de plástico que conforman ese punto blanco suministran a muchos supermercados europeos sus productos a precios asequibles. Pero, ¿hasta qué punto es sostenible este sistema agrícola de alto rendimiento?

El desarrollo de la agricultura intensiva en Almería comenzó en los años 60, cuando el gobierno asignó parcelas a una población joven que había emigrado de otras partes del país. En aquel momento, esta decisión se tomó para crear puestos de trabajo y fomentar el crecimiento económico. Hoy en día, estas explotaciones ocupan 320 km2 y, en su conjunto, forman la zona de invernaderos más extensa del mundo, representando alrededor del 38% de la producción hortícola española y dando empleo a decenas de miles de personas.1 Pero sus altos índices de producción - con una productividad 30 veces superior a la de la media de las explotaciones europeas - conllevan presiones sobre el medio ambiente que amenazan su futuro y el de los ecosistemas cercanos.2

La agricultura de alto rendimiento requiere menos espacio

Algunos expertos afirman que la agricultura de alto rendimiento permite a los agricultores cultivar más alimentos en menos tierra, lo que conduce a una disminución de la transformación de paisajes naturales en agrícolas.3 Dado que la deforestación y la destrucción de hábitats están demostradas como algunas de las principales causas de los impactos ambientales significativos de la producción de alimentos, aprender a cultivar más alimentos con menos tierra de forma sostenible es una prioridad en las próximas décadas.4,5  

Nuestras gastronomías y costumbres alimentarias han evolucionado y ahora buscamos productos que a menudo no crecen en nuestra proximidad. De hecho, fue la demanda de los países del norte de Europa la que motivó y mantuvo la expansión de los invernaderos en Almería. A día de hoy, el 80% de los productos cultivados en estos invernaderos se exportan al norte de Europa; principalmente a Alemania, Francia, Reino Unido y Países Bajos.6,7 Afortunadamente, la gran mayoría de los productos se transportan por carretera, lo que minimiza en gran medida su impacto medioambiental.5 Pero si bien estos invernaderos sustentan la demanda de productos mediterráneos y subtropicales a precios asequibles durante todo el año de una manera eficiente, también tienen sus propios problemas.

Los invernaderos generan un mar de plástico

En España, el área cubierta por invernaderos se conoce popularmente como 'el mar de plástico'.8 Cada año, el complejo de invernaderos de Almería, que hace frontera con el parque nacional de Sierra Alhamilla al norte y el mar Mediterráneo al sur, genera alrededor de 33.500 toneladas de residuos plásticos.9 Una parte de estos residuos se vierte ilegalmente; vídeos compartidos por ONGs, periodistas o en redes sociales muestran imágenes alarmantes de paisajes de los alrededores plagados de materiales utilizados para las cubiertas de los invernaderos, bolsas o latas de fertilizantes y materiales de embalaje de productos.9,10,11 Aunque en los últimos años han estado apareciendo empresas de reciclaje cerca de los invernaderos para ayudar a resolver este problema, la recogida de residuos inorgánicos de todas las pequeñas explotaciones es compleja y costosa.12 Con sistemas inadecuados de gestión de residuos, el medio ambiente de los alrededores ha pagado el precio. Hace unos años, un cachalote apareció muerto en la costa de Almería con 17 kg de plástico en su sistema digestivo, en gran parte procedente de las lonas de plástico de los invernaderos.14

Como se ha descrito anteriormente, la horticultura de invernadero en Almería está situada cerca de espacios naturales protegidos. Estas reservas, muchas de las cuales forman parte de la red ecológica Natura 2000 de la UE, contienen hábitats y especies prioritarios (por ejemplo, aves migratorias) y proporcionan muchos servicios ambientales como el control de la erosión y la recarga de las aguas subterráneas. La expansión de los invernaderos y las zonas urbanas en las últimas décadas ha supuesto una amenaza para estas zonas naturales protegidas.15  

Presión sobre aguas subterráneas

Paradójicamente, a pesar de representar una de las mayores zonas de agricultura intensiva de Europa, Almería se encuentra en una de las regiones más secas del continente.16 El sureste de Almería suele registrar unos 200 mm de lluvia al año; por comparar, Barcelona registra una media de 614 mm al año.17 Tradicionalmente, la agricultura estaba adaptada a este clima seco y los agricultores se especializaban en la tríada mediterránea - aceitunas, uvas y trigo - que requiere poca agua y sobrevive fácilmente a las sequías. Sin embargo, hoy en día los invernaderos se especializan en cultivos no autóctonos como los tomates y las sandías, que requieren una mayor demanda de agua.18 

El descubrimiento de acuíferos (almacenes de agua subterránea) en la década de 1940 fue uno de los factores que puso en marcha el desarrollo del sector agrícola en Almería. Estos nuevos almacenes de agua subterránea permitieron un rápido acceso a un suministro aparentemente abundante de agua necesaria para cultivar a gran escala. Pero si bien supuso una bendición económica para el sector y mejoró enormemente las condiciones de vida, la región comenzó rápidamente a depender de las aguas subterráneas como su principal fuente de agua, constituyendo ahora más del 80% del agua utilizada para la agricultura almeriense.15 Debido a que los acuíferos se reponen cuando llueve, las bajas tasas de precipitación en Almería suponen que los acuíferos se están explotando mucho más rápido de lo que pueden rellenarse de forma natural.15 Además de agotarse, los acuíferos también se están degradando. El drástico aumento de la salinidad de las aguas subterráneas, provocado por la intrusión de agua de mar (un proceso habitual en los acuíferos costeros sobreexplotados), y la concentración de nitratos, originada por la descarga de fertilizantes, están aumentando la preocupación por la biodiversidad local y la calidad del agua potable.19, 21  

Avances sostenibles en la horticultura almeriense

Aunque la expansión desenfrenada de los invernaderos puede parecer lo contrario de lo que algunos de nosotros imaginamos que es la producción sostenible de alimentos, la ambición de hacer que la agricultura de invernadero en Almería sea más eficiente, circular y duradera continúa.17 Un estudio que analiza la sostenibilidad de los sistemas de producción de invernadero a través de la perspectiva de los Objetivos de Desarrollo Sostenible descubrió que, mediante el uso de prácticas y tecnología sostenibles, la agricultura de invernadero puede minimizar el uso de la tierra, la energía y el agua necesarios para producir rendimientos muy altos.21 Otro estudio reveló que los invernaderos españoles requieren 22 veces menos energía que los holandeses, al aprovechar la luz y el calor del sol en lugar de depender de fuentes artificiales.22 Además, la capacidad de producir cantidades tan grandes de alimentos durante todo el año con pocos insumos permite venderlos a precios asequibles, ofreciendo una dieta variada e ingredientes de origen vegetal de menor impacto ambiental (en comparación con sus alternativas de origen animal) a un público más amplio. 

La mayoría de las explotaciones del sureste de España también están avanzando en el uso de tecnologías y prácticas con las que ser más sostenibles, como el uso del control biológico de plagas para sustituir a los insecticidas, la gestión de prácticas para reducir la contaminación por nitratos y la incorporación de métodos de riego por goteo que ahorran agua.17, 23 Otras innovaciones que se están poniendo en marcha son el uso de agua desalinizada en lugar de agua subterránea, la recogida de aguas de lluvia en los tejados de los invernaderos, la ampliación de la superficie cultivada en sistemas hidropónicos sin suelo, la automatización del riego para optimizar el volumen de agua utilizado en función de las necesidades de cada planta y el aumento de la proporción de cultivos ecológicos.10, 19, 24

Por último, como resultado de la reflectividad de las cubiertas blancas de los invernaderos, el paisaje agrícola de Almería ha experimentado, a diferencia del resto de la región, una tendencia al enfriamiento de 0,8 °C en comparación con su entorno. Al reflejar la radiación solar, la superficie del paisaje agrícola almeriense puede disminuir parcialmente el efecto invernadero, compensando indirectamente la huella de carbono de los invernaderos hasta en un 45%.25  

Un futuro más verde 

No cabe duda de que tendremos que aumentar considerablemente la eficiencia de nuestra producción de alimentos en los próximos años. Serán necesarios sistemas de producción de alimentos innovadores y eficientes para cubrir la brecha entre la producción y el consumo sin necesidad de ampliar significativamente la superficie agrícola. A pesar de sus deficiencias, el sistema hortícola de invernadero almeriense, con una productividad 30 veces superior a la media de la UE, ofrece un posible modelo (con sus pros y sus contras) de cómo esto se puede conseguir.26 Habiendo pasado de ser un matorral desértico a ser el principal exportador de frutas y verduras de la Unión Europea en tan sólo unas décadas, es un éxito para muchos de los residentes de la región y para los expertos en agronomía de todo el mundo.17, 26 Aun así, las presiones de la demanda de nuestro sistema alimentario actual exigen un volumen y una diversidad de productos cada vez mayores, para los que los suelos y los depósitos de agua de Andalucía no están hechos. Para ser un verdadero ejemplo de intensificación sostenible, es importante que los agricultores y los responsables políticos sigan abordando y minimizando el impacto de la horticultura intensiva en el medio ambiente de su entorno.

¿Crees que los beneficios de los invernaderos compensan sus costes medioambientales?

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