El impacto de la deforestación en las nueces de Brasil

Hoy en día, todo lo que comemos parece tener su propio código ético. La historia que esconde la nuez de Brasil, sin embargo, parece dar un respiro a esta moral minada. Si se gestiona de manera sostenible, la industria de la nuez de Brasil presenta una solución inesperada a la deforestación.

¿DÓNDE CRECEN LAS NUECES DE BRASIL?

Puede resultar obvio, pero la nuez de Brasil proviene del árbol de la nuez de Brasil (árbol de castaña) o de la Bertholletia Excelsa. De manera poco convencional, la mayoría de las nueces de Brasil del mundo se cosechan de los árboles silvestres que crecen en toda la cuenca del Amazonas (descubre más información sobre esto en 'La nuez de Brasil | Cómo se cultiva').Hasta ahora, los esfuerzos por cultivar nueces de Brasil han fracasado ya que es muy difícil replicar las complejas relaciones simbióticas de las que depende su árbol para poder producir los frutos.

LAS NUECES DE BRASIL NECESITAN POLINIZADORES

A diferencia del resto, el árbol de la nuez del Brasil es más productivo a principio de la estación de lluvia, entre los meses de octubre a diciembre. Durante este período, produce flores grandes de color amarillo pálido que tienen una vida útil de solo un día, con nuevas flores que emergen en una sucesión diaria. Esto presenta una pequeña oportunidad para que las abejas de las orquídeas (abejas 'euglosinas') hagan su magia. Estas pequeñas abejas luchadoras son los únicos insectos lo suficientemente fuertes como para levantar la estructura en forma de capucha que protege los estambres en el interior de la flor. La polinización cruzada es necesaria para que el árbol dé frutos, lo que hace que estas abejas tengan un papel muy importante en la producción de estas nueces.¹

SIN ABEJAS: NO HAY NUECES DE BRASIL

Mientras las abejas hembra hacen el trabajo duro, los machos, ocupados recolectando su propio polen, hacen un viaje a las orquídeas epífitas simpodiales. Durante su visita, se embadurnan del polen de las orquídeas, dejando un aroma que es irresistible para las hembras, desempeñando el papel de cupido en su cortejo.

Aquí es donde la trama se complica. Las abejas de las orquídeas tienden a vivir en bosques primarios, donde estas orquídeas crecen naturalmente, por lo que sin el bosque circundante, las abejas no pueden reproducirse, y sin reproducción, el árbol produciría significativamente menos frutos. Algunas teorías sugieren que este triángulo amoroso es la razón principal por la que prácticamente todas nuestras nueces de Brasil provienen de árboles silvestres. La producción de nueces de Brasil en árboles cultivados es prácticamente insignificante en comparación con sus primos silvestres.²

LAS ABEJAS BAJO AMENAZA

Dado que las abejas de las orquídeas dependen de la cubierta forestal, es fácil imaginar que actividades como la tala y la agricultura por medio de quema de árboles pueden afectar al rendimiento de este fruto. Estudios recientes han demostrado que en los últimos doce años se ha observado una disminución de las poblaciones de abejas de hasta un 50% en algunas regiones del Amazonas, probablemente debido a la deforestación y a la pérdida de hábitat.³

Uno puede pensar que esto seguramente tendrá un efecto en cadena en la cantidad de nueces producidas y, al mismo tiempo, en la economía local. Sin embargo, es demasiado temprano para saberlo: como explica Manuel Guariguata, científico principal de CIFOR en ecología y manejo de bosques tropicales, “En CIFOR estamos llevando a cabo una investigación para determinar si la deforestación puede influir en las tasas de cosecha, pero hasta el momento todavía no hay resultados concluyentes. Lo que está claro es que los árboles aislados, tienden a producir muy pocos frutos, probablemente debido a la falta de un hábitat adecuado para los polinizadores'.

SALVANDO LA SELVA TROPICAL

Los recolectores locales son conscientes de la necesidad de mantener el bosque para su subsistencia, por lo que las recolecciones se realizan en reservas extractivas que protegen el bosque.⁴ Lo que significa que, a diferencia de la mayoría de lo que comemos, siempre que se haga de forma sostenible, la cosecha de las nueces puede contribuir a conservar las selvas tropicales, al mismo tiempo que apoya a las comunidades locales que dependen de ellas.

El desafío en el futuro será mantener la demanda de los consumidores para que los recolectores puedan ganarse la vida con la venta de las nueces de Brasil, disminuyendo su necesidad de recurrir a otras explotaciones no forestales, como la extracción de madera o la agricultura.⁵

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