¿Cómo prolongar la vida útil y evitar el desperdicio de alimentos? | La ciencia y tecnología detrás de la vida útil de los alimentos
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¿Cómo prolongar la vida útil y evitar el desperdicio de alimentos? | La ciencia y tecnología detrás de la vida útil de los alimentos

Ya sea cuando estamos en el supermercado o revisando el contenido de nuestra nevera para preparar la cena, la mayoría de nosotros tomamos decisiones sobre qué comprar, cocinar o comer mirando las etiquetas de consumo preferente o de caducidad en nuestra comida. Pero, ¿qué determina realmente la vida útil de un alimento?

¿QUÉ ES LA VIDA ÚTIL DE UN ALIMENTO?

En pocas palabras, la vida útil de un alimento es el periodo de tiempo que transcurre entre la producción o envasado del producto alimenticio y el punto en el que el alimento pierde sus cualidades físico-químicas y organolépticas.1

Para las frutas y verduras durarán más tiempo en la estantería dependiendo del grado de madurez que tenían cuando fueron recogidas.2 Muchas frutas se cosechan antes de que estén maduras y luego maduran artificialmente para garantizar que lleguen a los supermercados en buen estado.

¿CÓMO PODEMOS DETENER EL DESPERDICIO DE ALIMENTOS?

Hay microorganismos como las bacterias, las levaduras y el moho a nuestro alrededor y en nuestra comida todo el tiempo. Los alimentos se echan a perder cuando un subconjunto de microorganismos, que pueden causar enfermedades, crecen en cantidades suficientemente grandes.

Estos microorganismos tienden a crecer rápidamente a temperatura ambiente, pero cuando se encuentran a temperaturas como las de un refrigerador o congelador, su crecimiento se ralentiza. Los humanos también han ideado una variedad de métodos de procesamiento: secar o enlatar alubias, conservar en vinagre y preservar frutas y verduras. Estos métodos de procesamiento pueden evitar que estos microorganismos prosperen.

DIFERENCIAS ENTRE FECHA DE CADUCIDAD Y CONSUMO PREFERENTE

Cuando se trata de decidir si la comida que preparamos nosotros mismos en casa sigue estando en buen estado, la mayoría de nosotros confiamos en nuestro propio criterio, y con alimentos como la leche, podemos reconocer el olor a agrío cuando la leche ha caducado. Pero en el supermercado, las etiquetas de consumo preferente y de caducidad nos ayudan a escoger el producto, desde barras de pan hasta bolsas de ensalada envasada.

Pero en ocasiones, no nos damos cuenta de la diferencia entre estos dos términos: la fecha de caducidad significa que la comida puede no ser segura después de esa fecha, pero la etiqueta de consumo preferente dice cuándo la calidad de la comida comenzará a deteriorarse. La legislación de la UE dice que la mayoría de los alimentos envasados ​​necesitan una etiqueta donde aparezca la fecha, y los alimentos que son altamente perecederos, como el yogur o los zumos de frutas sin pasteurizar, necesitan una fecha de caducidad, en lugar de una fecha de consumo preferente . 3

Hasta el 10% del desperdicio anual de alimentos en la UE está vinculado a las fechas de envasado en los alimentos.3 Y aunque las fechas de consumo preferente proporcionan información esencial para evitar que nos pongamos enfermos, los consumidores pueden malinterpretar el etiquetado de los alimentos con fechas, por lo que los científicos están buscando formas más precisas para determinar si la comida sigue siendo buena o no.

NUEVA TECNOLOGÍA: MEJORES ESTIMACIONES DE LA VIDA ÚTIL DE LOS ALIMENTOS

 

Ya hay muchos estudios que se dedican a determinar cuánto durará la comida preparada. Un método es probar en el laboratorio cómo crecen los microbios en entornos particulares y usar esto para predecir si sobrevivirán (o no) durante la producción, el transporte y el almacenamiento de alimentos. 4

Pero ahora, los investigadores están dando un paso más para proporcionar información en tiempo real sobre la seguridad alimentaria de los alimentos.  Por ejemplo, los científicos están desarrollando sensores que pueden detectar gases nocivos emitidos por el pescado y la carne a medida que se estropean. 5 La idea es que, al leer un sensor en el envase con tu teléfono inteligente, ya no tendrás que depender de una etiqueta con la fecha (¡o de tu propia nariz!) para tomar una decisión: de esta forma se evitará que las personas tiren alimentos que todavía están en perfecto estado y así ayudar a reducir el desperdicio de alimentos.

Otros investigadores están estudiando el uso de ondas acústicas para medir la firmeza de las frutas tropicales individuales, como los aguacates y los mangos, para determinar si están lo suficientemente maduras para ser vendidas, en lugar de depender de métodos de prueba destructivos, como extraer una muestra de una de un lote más grande. 6

¿PUEDE LA TECNOLOGÍA ALARGAR LA VIDA ÚTIL DE LOS ALIMENTOS?

Otra investigación se centra en extender la vida útil de los alimentos, en lugar de solo proporcionar una estimación más precisa de la misma.

Hoy en día, algunos investigadores están trabajando en la creación de nuevos tipos de envases para mantener nuestros alimentos más frescos por más tiempo, como las películas que inhiben el crecimiento de microbios. Éstas podrían ayudar a que el pan se mantenga fresco en su envase por más tiempo, o los recubrimientos colocados en el exterior de los aguacates, que podrían mantener los aguacates maduros por más tiempo antes de que se oxiden. 7,8

Por supuesto, hay una tecnología que ya ha extendido la vida útil de los alimentos durante varias décadas: el plástico. Envolver un pepino en solo una pequeña cantidad de película plástica puede alargar su vida útil de 3 a 14 días. 9 Este es uno de los desafíos que conlleva el movimiento sin desperdicio, y es algo que los productores y supermercados deben pensar para cambiar sus envases de plástico por algo más sostenible.

¿Confías en las etiquetas de consumo preferente o en tu nariz cuando tratas de averiguar si hay algo en tu frigorífico que no deberías comer? Deja tus comentarios a continuación.

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