¿Cómo hacer que los niños coman verduras? Utiliza un libro con ilustraciones
Hacer que los niños pequeños coman verduras es un problema para muchos padres. ¡Los nuevos libros ilustrados de verduras pueden ayudarnos a que la hora de la cena no sea una batalla!
LOS NIÑOS NO COMEN SUFICIENTES VERDURAS

Muy pocas personas argumentarían que las verduras no son una parte fundamental de una dieta sana y equilibrada, y, por ello, muchos países recomiendan que se consuman 5 o más porciones de frutas y verduras al día.1 Sin embargo, cuando observamos la realidad, especialmente si nos fijamos en los niños, existe un claro déficit para alcanzar esas cantidades. En el Reino Unido, tan solo el 18% de los niños de entre 5 y 15 años comen las 5 raciones diarias recomendadas y, en otras partes de Europa, las cifras son igual de bajas.2,3 El número de niños clasificados con sobrepeso u obesidad en todo el mundo está en aumento.4 Está claro que se debe producir un cambio hacia opciones de alimentos más saludables, y especialmente un aumento en el consumo de verduras. Teniendo en cuenta que lo que comemos cuando somos niños a menudo nos repercute hasta la adolescencia y la edad adulta, podemos aprovechar esta oportunidad para apoyar la buena salud a largo plazo estableciendo preferencias de alimentos saludables desde el principio.
¿POR QUÉ A LOS NIÑOS NO LES GUSTAN LAS VERDURAS?

Los padres saben lo difícil que es convencer a los niños para que coman verduras. Cuando somos bebés, todos preferimos los sabores dulces y tendemos a rechazar los alimentos de sabor ácido o amargo.5 Desafortunadamente, muchas de las verduras más nutritivas, incluyendo el repollo y las verduras de hoja verde (el brócoli, las coles de Bruselas y la coliflor) son las menos apreciadas comúnmente por los niños debido a su ligero sabor amargo. Esto puede crear una barrera inicial para comer estas y otras verduras.
Además del obstáculo del sabor de las verduras, la forma en la que los niños desarrollan sus preferencias alimentarias también puede hacer que la incorporación de verduras en su dieta sea todo un desafío. Alrededor de los 18 meses de edad, los niños comienzan a clasificar los alimentos como familiares o desconocidos y a mostrar una fuerte aversión a los alimentos nuevos, esto se conoce como 'neofobia alimentaria'.6 El rechazo a todos los alimentos nuevos puede causar un estrés considerable a los padres que están tratando de proporcionar comidas saludables, pero en cambio se enfrentan a un niño maniático y con rabietas. Entonces, ¿cómo se consigue que los niños coman verduras?
ES IMPORTANTE QUE LOS NIÑOS SE FAMILIARICEN CON LAS VERDURAS
Un indicador crucial para conocer la probabilidad de que un niño coma un alimento depende de lo familiarizado que esté con él. Este es el caso no solo de los niños, sino también de los adultos.7 Por lo tanto, la forma más fácil de combatir la neofobia alimentaria en los niños es hacer que la comida sea más familiar. Idealmente, la confianza surge al exponer a los niños a nuevos alimentos varias veces y a través de diferentes recetas; si se puede convencer a un niño para que pruebe un alimento que ha rechazado en múltiples ocasiones, la evidencia sugiere que el alimento con el tiempo será aceptado.8 Sin embargo, podrían pasar entre 10 y 15 rechazos antes de que se acepte el alimento nuevo, lo que requiere una paciencia considerable por parte de los padres, muchos de los cuales confiesan que se dan por vencidos después de 3 o 5 intentos.9 La exposición a probar alimentos nuevos no es la técnica más fácil para los padres que intentan convencer a sus hijos a que coman más verduras. Los padres encuentran la hora de comer con los niños como algo estresante y todo un desafío, y las técnicas que se recomiendan a las familias no apoyan las cantidades recomendadas de consumo de frutas y verduras.
EL PODER DE LOS LIBROS ILUSTRADOS
Una alternativa para aumentar la confianza con la comida es a través de las imágenes. Las investigaciones han demostrado que cuanto más ven una comida, más les gusta, 10 y la familiaridad visual, por lo tanto, puede fomentar una actitud más positiva hacia un alimento nuevo e incluso antes de que se le haya ofrecido probarlo. Para los niños en edad preescolar, la familiaridad visual con las verduras se puede proporcionar a través de libros ilustrados que muestren imágenes de verduras y cuenten sus historias. Los estudios han demostrado que mirar libros ilustrados con un niño pequeño durante unos minutos cada día durante dos semanas puede hacer que acepten más la comida que aparece en el libro y que estarían dispuestos a probar las verduras y gustarles más cuando las prueben. 11 Estos efectos positivos se han encontrado usando libros físicos y libros electrónicos que se pueden ver en un teléfono inteligente o en una tableta. Los libros electrónicos tienen la ventaja adicional de permitir la interactividad y la personalización de los libros a través de una aplicación, lo que hace que aprender sobre las verduras sea divertido y atractivo para toda la familia.
Para obtener más recursos didácticos, puedes echar un vistazo al libro de recursos de la red escolar en el Reino Unido para padres y profesores
¡Echa un vistazo a los nuevos libros electrónicos de verduras del proyecto See&Eat project, y cuéntanos tus consejos sobre cómo hacer que tus hijos coman verduras.