Algas | Cultivo de algas marinas
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Algas | Cultivo de algas marinas

¡Algas, las plantas del mar! ¿Por qué no aprovechar al máximo este nutritivo vegetal marino? Así es como las granjas británicas de algas marinas están creciendo y cosechando esta planta.

Probablemente no te hayas dado cuenta, pero todos los días utilizas productos que contienen algas. Las puedes encontrar en pasta de dientes, cosméticos, cerveza, helados y pinturas. A nivel industrial, se usan como combustible verde, en fertilizantes y piensos para animales; todo esto con un bajo impacto ambiental.

Las algas se están convirtiendo rápidamente en un ingrediente básico en nuestra comida. Conocidas por su sabor a umami y como alternativa a la sal, chefs con estrellas Michelin están utilizando la gran variedad existente de algas comestibles como una especia exótica para preparar una variedad de platillos. Las algas son ricas en proteínas, aceites omega, y una variedad de vitaminas y minerales, por lo que es entendible su crecimiento en popularidad y demanda en una sociedad cada vez más consciente de su salud.

Pero ¿cómo están respondiendo los productores de algas marinas a la creciente demanda de este producto?

LA COSECHA TRADICIONAL DE LAS ALGAS

Las algas marinas han sido durante mucho tiempo una parte importante de las dietas en Asia oriental. Y durante siglos, la recolección de algas silvestres ha sido parte de la cultura costera en el norte de Europa y las Islas Británicas. ¿Cómo lo hacían?

Imagina una costa escarpada. La gente local del pueblo se sumerge en el agua de mar turbia, y camina entre las rocas para recoger a mano estas hojas resbaladizas de color verde oscuro y marrón. O, después de una tormenta, deambulan a lo largo de la costa reuniendo todas las algas. En aquel entonces, la gente conocía las estaciones idóneas para la recolección y cómo usar cada tipo de alga marina. En muchas comunidades, las mujeres lideraban esta actividad para venderlas a nivel local.1

Hoy en día, la cosecha de algas silvestres contribuye a la mayor parte de la producción de algas en Europa, siendo Francia, Noruega, Irlanda, Islandia y Rusia los mayores productores. En Irlanda, cada año se recolectan 10 000 toneladas de algas húmedas de una sola playa en Cork.1

Dato curioso: Veamos la historia de un tipo de alga en concreto: “Irish Moss”. En Irlanda, alrededor del siglo XIX, estas algas se recolectaban y secaban para usarlas en flanes, tónicos y cerveza, e incluso se pensaba que tenían propiedades medicinales.

GRANJAS MODERNAS DE ALGAS

Los métodos tradicionales de recolección de algas silvestres son por naturaleza, poco fiables. El trabajo es laborioso y costoso. Los expertos se dieron cuenta que 'la creciente demanda de algas marinas como producto alimenticio solo puede satisfacerse adecuadamente mediante su cultivo'.1 Según la FAO, actualmente el 96% de la producción mundial de algas se realiza en granjas de cultivo, sustituyendo a la recolección silvestre; las algas se utilizan tanto como fuente de alimento como combustible.2

El tipo de cultivo depende de cómo se reproducen las especies de algas. El método de cultivo más simple y común es unir trozos de algas marinas a líneas de cuerda o redes que están suspendidas en el mar, a menudo cerca de la costa. Estas cuerdas suelen estar colgadas en estacas de madera o en un marco de madera flotante excavado en el fondo del mar.

El alga Nori, esa de color negra utilizada en el sushi, se cultiva utilizando redes en las que el alga deposita sus esporas. Las redes se cuelgan a una profundidad que permite que las algas estén expuestas al aire durante unas horas al día cuando la marea baja. Otra técnica, utilizada para cultivar uvas marinas o 'caviar verde', consiste simplemente en plantar un corte de alga (alrededor de 100 g) en el fondo marino para ayudarlo a echar raíces.3

LA COSECHA DE LAS ALGAS

Si bien en Reino Unido la mayoría de la recolección de algas marinas todavía se hace a mano y cuando la marea baja, otros países cosechan algas silvestres con botes y maquinaria, utilizando un rastrillo o métodos de arrastre. Este método es mucho más eficiente que la recolección manual, pero, si se usa excesivamente, puede tener un grave impacto en el ecosistema marino, ya que puede extraer otras algas y alterar el hábitat de muchos animales marinos.4

Sin embargo, los recolectores de algas han puesto toda su atención en este problema. Por ejemplo, en Noruega, el método de rastrillo solo elimina la cubierta flotante superior de algas marinas, lo que permite que las algas vuelvan a crecer en los próximos dos años y minimiza la alteración del fondo marino.5

LA SOSTENIBILIDAD DE LAS ALGAS

Además de proporcionar alimento y refugio a todas las criaturas que habitan este ecosistema acuático, los bosques de algas marinas pueden disminuir el dióxido de carbono en la superficie del mar y en la atmósfera.6 Las algas también absorben los nutrientes disueltos en el agua, lo que puede disminuir la eutrofización causada por la contaminación del agua.7

Dato curioso: añadir algas secas a la alimentación de las vacas puede reducir la producción de metano, el cual es un gas de efecto invernadero, en un 99%.7

Un aspecto que se ha de tener en cuenta es que, al actuar como filtros naturales, las algas pueden contener altos niveles de yodo y metales, sobre todo si han estado expuestas a aguas contaminadas.7 Esto significa que, aunque son nutritivas en muchos aspectos, las algas pueden ser dañinas si se consumen demasiado.

Ahora que sabes un poco más sobre las algas y cómo se cultivan, ¿probarías este vegetal marino? Deja tus comentarios a continuación.

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