Agricultura vertical | ¿De qué se trata?

Cuando pienso en la palabra agricultura me imagino el sol brillando sobre campos verdes y abiertos con animales pastando. Pero, ¿se evocan las mismas imágenes cuando escuchas la palabra agricultura vertical?

LOS ORÍGENES DE LA AGRICULTURA VERTICAL

La agricultura vertical se inventó en 1915 por el geólogo estadounidense Gilbert Ellis Bailey. El concepto inicial de agricultura vertical se entendía más bien como una especie de agricultura en la azotea.¹ La definición evolucionó a medida que la agricultura vertical se expandió a espacios interiores y, aunque las definiciones varían, la mayoría está de acuerdo en que la agricultura vertical se refiere al cultivo de verduras comestibles en hileras apiladas en un entorno controlado.²

Un poco difícil de visualizar, ¿verdad? Quizás sea más fácil imaginar un invernadero o un jardín en la azotea, pero comprender qué es exactamente lo que lo hace 'vertical' puede que no se te ocurra tan fácilmente.

¿QUÉ ES LA AGRICULTURA VERTICAL?

La agricultura vertical a menudo se relaciona con la 'agricultura de interior', la 'agricultura urbana' y la 'agricultura de ambiente controlado' (la cual también abarca el cultivo en invernadero); sin embargo, el concepto de agricultura vertical es único. El cultivo en la agricultura vertical se caracteriza porque la temperatura, los nutrientes, la iluminación, el riego y la circulación del aire se controlan y ajustan constantemente. Aquí hay un video de una granja vertical en los Países Bajos:

Las definiciones sobre el concepto varían, particularmente en relación con el aspecto geográfico de la agricultura vertical y si se lleva a cabo exclusivamente en un contexto urbano.³ Sin embargo, dejando de lado las definiciones, la pregunta es: ¿es este concepto futurista la respuesta a la producción sostenible de alimentos, para una población en crecimiento y cada vez más urbanizada?

¿ES SOSTENIBLE LA AGRICULTURA VERTICAL?

Si bien aún no existe una solución única para crear un sistema alimentario más sostenible, la introducción de prácticas agrícolas verticales en los centros urbanos puede ofrecer un sistema complementario a la agricultura tradicional, solo con características más sostenibles.

Aunque aún falta explorar con detalle las ventajas de la agricultura vertical, cabe resaltar que no necesita de mucha agua y tierra; además, produce una cantidad menor de desechos y de emisiones de CO2, lo cual podría ser útil para mitigar el cambio climático. Dada la naturaleza controlada de esta tecnología, se podría reducir la erosión agrícola la cual, en la agricultura tradicional, es agua que transporta subproductos de una granja y que puede contener fertilizantes y otros contaminantes.⁵ 

Aunado a esto, los defensores de la tecnología afirman que hace que los cultivos sean menos susceptibles a plagas y enfermedades sin el uso de pesticidas, ya que los alimentos se cultivan en un ambiente controlado. Este tipo de agricultura también proporciona las circunstancias ideales para el cultivo de plantas en todos los climas, ubicaciones y estaciones, y permite que los cultivos sean altos en nutrientes, ya que los factores que influyen en la calidad se pueden adaptar y controlar cuidadosamente.

¿HAY NECESIDAD DE QUE SE PRODUZCA UN CAMBIO EN LA AGRICULTURA?

Esta pregunta es cada vez más importante dados los avances en la agricultura moderna; aunque dichos avances han sido fundamentales para el suministro confiable de alimentos a nivel mundial, han proporcionado un sistema que daña a nuestros ecosistemas naturales, incluida la pérdida de hábitat, el consumo de agua, la contaminación, el cambio climático y la pérdida de diversidad genética.³

Hay muchas personas que están en contra de la agricultura vertical, ya que necesita de una gran cantidad de energía para producir cultivos grandes. Lo anterior podría dificultar que la agricultura vertical reemplace por completo a los métodos agrícolas tradicionales, los cuales utilizan la energía gratuita del sol para su crecimiento.⁴ Por lo tanto, al menos en este momento, lo más conveniente es pensar en la agricultura vertical la mejor forma de verlo es como una tecnología que complementa las técnicas agrícolas tradicionales.

ALIMENTANDO A COMUNIDADES URBANAS

Dado que la tecnología de cultivo vertical puede funcionar en cualquier lugar, nuestro sistema alimentario podría ser menos dependiente del sistema de transporte que va de las zonas rurales a los centros urbanos, disminuyendo así emisiones de combustible.⁴ El desperdicio de alimentos por deterioro también podría reducirse, considerando que se necesitaría un menor tiempo entre que los cultivos son recolectados y vendidos a nosotros, los consumidores. ⁴

Así mismo, el proceso de cultivo vertical utiliza solo una fracción de tierra y agua necesarias en el cultivo convencional, nuevamente, debido al ambiente cuidadosamente controlado en el que crecen los cultivos.³ Esto hace posible que propiedades abandonadas en entornos urbanos se puedan utilizar, en lugar de seguir sobreexplotando tierras en zonas rurales. Los alimentos se podrían cultivar en almacenes en ciudades, en zonas habilitadas de supermercados locales, en cocinas de restaurantes, e incluso en espacios del tamaño de un microondas en las cocinas de nuestras casas.³

Cultivar alimentos donde vivimos también significa recoger los alimentos cuando se encuentren en máximo nivel de madurez y valor nutricional. Para el año 2030, se prevé que un 60% de las personas vivan dentro de las ciudades, lo que hace que la agricultura urbana sea una técnica atractiva para alimentar a nuestra población en crecimiento, mientras, a la par, protegemos nuestro medioambiente; además, la agricultura vertical ofrece la posibilidad de que nuestra población urbana se vuelva a conectar con la forma en la que se cultivan los alimentos.⁶

Quién sabe, en los próximos años, este tipo de agricultura, o nuevos procesos híbridos que combinen formas convencionales de producción de alimentos, pueden convertirse en la nueva norma.

¿Qué opinas sobre la agricultura vertical? Deja tus comentarios a continuación.